habia una vez, un poeta neurótico, desapegado, self-centered y con la baja autoestima como arma de seducción, que conoció a una princesita engreida, posesiva y agresiva, que creia que todos debian morir por ella o morir.
se conocieron, se juntaron, jugaron a tener una relación y la cagaron. él nunca dejó de pensar en si mismo, sus problemas, sus necesidades y su neurosis eran primero. ella por su lado, nunca pudo controlarlo como a los demás, nunca pudo hacer que muriera por ella ni que la quisiera de la forma en que -según ella- se debe querer a las princesas.
entonces se desató la guerra...
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